viernes, 10 de febrero de 2012

LA LETRA ESCALATA.

“La doble moral en la que siempre ha vivido

Estados Unidos de América”

Mtro. José Miguel Naranjo Ramírez.

La anterior columna que escribí fue el Gesticulador de Rodolfo Usigli, esta obra de teatro sigue desnudando con claridad los males que dañan a México, pero ahora toca el turno de presentar al lector otra obra clásica de un autor estadounidense que se llama Nathaniel Hawthorne (1804-1864) y su novela que lo inmortalizó es “La letra escarlata” publicada en 1849, esta novela es la Norteamérica que comienza a hablar inglés y más tarde se llamará Estados Unidos. El relato se da en Nueva Inglaterra, una costa pobre, fría, asediada por los indios, las tormentas y una manera dura de relacionarse con Dios.
Los Estados Unidos fueron fundados por los puritanos, y esto es sinónimo de alegoría y simbolismo, falacia patética, ejemplo el cielo se ensombrece si el protagonista está triste y más ejemplos que usted mi apreciado lector podría imaginar, por eso para Hawthorne los puritanos son la generación más intolerante que jamás haya pisado la tierra, hoy “La letra escarlata” se lee como la primera novela psicológica americana y, es considerada la novela norteamericana más importante del siglo XIX.
Con lo antes señalado justifico el epígrafe de doble moral de los americanos, porque uno de sus principales autores es el que describe a través de la presente novela la sentencia de doble moral.
La trama central es el adulterio, se puede afirmar que todavía no se había inventado el matrimonio por amor, (no sé si hoy los matrimonios sean por ese motivo pero considero que se ha avanzado un poco) y el adulterio expresaba en la novela la oposición entre el sentimiento natural y las conveniencias sociales.
El relato comienza con un juicio público en una plaza contra Hester Prynne por adulterio, al tener a una Hija “Pearl” antes de que su Marido llegara a América. Se encuentran presente en tan esperado y exigido juicio por el pueblo puritano el Gobernador, jueces, el joven pastor de la iglesia Dimmesdale de gran prestigio y respeto, un recién llegado a la ciudad Roger Chillingworth, es un día muy esperado casi para todos menos para Hester y su pequeña hija que tenía en brazos, la condena consistió en que tenían que llevar ella y su hija de por vida una letra “A” en el pecho de adultera como símbolo de pecado y gran castigo, ella misma tejió su vestido para caminar con su vergüenza en el pecho es decir, la letra “A” y su hija en brazos.
Hester, nos narra el autor es una mujer fuerte, con carácter y enfrenta los males como pocas mujeres en aquellos años podrían enfrentarlos, es libre, fuerte, y el día de la vergüenza pública, lucía elegante, impactante, era especialista en tejer e hizo de la letra “A” de su vestido una admiración para los hombres, se veía elegante y guapa.
Naturalmente las mujeres que eran las más radicales y exigían que el castigo fuera mayor, el día que vieron caminar a Hester les causo tanta envidia y molestia, que le manifestaron a las autoridades que el castigo no era suficiente, manifestaron que de su condena hizo ocasión para reírse de nosotros, no es un buen ejemplo para la sociedad, para nuestros hijos ver crecer a esta niña junto a su madre, ya se imaginan que castigo exigían las puritanas.
Roger Chillingworth, conocía a Hester era su esposa, pero obviamente él no era el Padre de la niña, el Padre de la criatura, el hombre que también merecía llevar la letra “A” en el pecho y vivir la vergüenza pública que sólo estaba sufriendo Hester, pertenecía al palco en donde estaban las autoridades y personalidades.
La presente columna no vasta para describir una obra de esta magnitud, es un clásico y como tal mi apreciado lector hay que acudir a ellos, lo que si puedo es reafirmar lo que un día manifestó el Maestro Carlos Fuentes “Estados Unidos es una democracia en el interior y un Imperio en el exterior” y leyendo “La letra escarlata” lo comprendo, al final en el actuar siempre gesticulamos.
Correo electrónico: miguel_naranjo@hotmail.com

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