UN RECTOR HUMANISTA
EN EL MOVIMIENTO DEL 68.
Mtro. José Miguel Naranjo Ramírez.
El próximo domingo 2 de octubre se recuerda el movimiento estudiantil de 1968, sobre el tema hay una gran variedad de obras publicadas, investigaciones, películas, documentales e incluso año con año se realizan manifestaciones y es un día muy vigilado por el gobierno mexicano.
En esta ocasión, el comentario de la presente columna es reconocer el importante papel que desempeñó el entonces Rector de la Universidad Nacional Autónoma de México, el Ingeniero Javier Barros Sierra (1915-1971).
Hoy a los 40 años del deceso de este ilustre personaje resulta interesante conocer su valiente postura en el conflicto, pues firmemente defendió los postulados de la Autonomía universitaria a través de su famoso discurso y además guiando la conocida marcha por la avenida de los insurgentes a donde surgió un lema común del movimiento estudiantil como lo es “únete pueblo”.
El Ingeniero Barros Sierra, había sido secretario de obras públicas en el Gobierno de Adolfo López Mateos, por lo tanto, se podría afirmar que era un hombre del sistema y ese es un mérito muy especial, que a pesar de pertenecer al Gobierno cuando tuvo que defender sus principios e ideología lo hizo con firmeza, y cuidado que en aquellos años era difícil.
El rector encabezó varias marchas de protestas y mandó a izar la bandera de la explanada de rectoría a media asta, lo que provocó una enemistad con el Presidente Díaz Ordaz. “hay violación a la autonomía- dijo el entonces Rector Barros Sierra- cuando el Estado, por cualquier medio cuarta la independencia académica de la Universidad.”
La valiente postura y el espíritu combativo, autónomo, libre, del Ingeniero Barros Sierra considero que tiene un origen histórico, pues el Ingeniero fue nieto de Don Justo Sierra, quien fue un decidido promotor para que se fundara la UNAM, además por si fuera poco el “Maestro de América” a pesar de haber pertenecido a la alta elite del Porfiriato, cuando tuvo que declinar lo hizo, lo anterior se confirma con el enorme apoyo que le dio a los jóvenes del “ateneo de la juventud de 1909” los cuales eran sus alumnos y ese hecho le causó fuertes conflictos con el entonces Presidente Porfirio Díaz.
La democracia en México es un tema muy utilizado, pero en la práctica es un tema reciente, para poder ir fortaleciendo nuestra débil democracia es importante conocer sus antecedentes, movimientos y personajes, por lo tanto, el Ingeniero Javier Barros Sierra es uno de esos personajes que con su lucha y esfuerzo nos han heredado lo que hoy tenemos, una Universidad Autónoma, con libertad de Cátedra, libertad de expresión, orgullo de México, por algo apenas en el 2009 fue galardonada con el Premio Príncipe de Asturias de comunicación y humanidades.
El movimiento estudiantil de 1968 es un tema complicado, de tristes recuerdos, pero es parte de nuestro pasado y ese acontecimiento heredo en gran medida la democracia que hoy tenemos, hoy es tiempo de valorar, pero sobre todo de luchar por el México que queremos, nadie puede negar la grandeza de la UNAM y esa grandeza se la debemos a esos hombres que pensaron y actuaron distinto, hombres que estuvieron a la altura de sus tiempos, así pues hagamos nuestro el lema de la UNAM creado por José Vasconcelos. “por mi raza hablará el espíritu”.
Correo electrónico: miguel_naranjo@hotmail.com
El próximo domingo 2 de octubre se recuerda el movimiento estudiantil de 1968, sobre el tema hay una gran variedad de obras publicadas, investigaciones, películas, documentales e incluso año con año se realizan manifestaciones y es un día muy vigilado por el gobierno mexicano.
En esta ocasión, el comentario de la presente columna es reconocer el importante papel que desempeñó el entonces Rector de la Universidad Nacional Autónoma de México, el Ingeniero Javier Barros Sierra (1915-1971).
Hoy a los 40 años del deceso de este ilustre personaje resulta interesante conocer su valiente postura en el conflicto, pues firmemente defendió los postulados de la Autonomía universitaria a través de su famoso discurso y además guiando la conocida marcha por la avenida de los insurgentes a donde surgió un lema común del movimiento estudiantil como lo es “únete pueblo”.
El Ingeniero Barros Sierra, había sido secretario de obras públicas en el Gobierno de Adolfo López Mateos, por lo tanto, se podría afirmar que era un hombre del sistema y ese es un mérito muy especial, que a pesar de pertenecer al Gobierno cuando tuvo que defender sus principios e ideología lo hizo con firmeza, y cuidado que en aquellos años era difícil.
El rector encabezó varias marchas de protestas y mandó a izar la bandera de la explanada de rectoría a media asta, lo que provocó una enemistad con el Presidente Díaz Ordaz. “hay violación a la autonomía- dijo el entonces Rector Barros Sierra- cuando el Estado, por cualquier medio cuarta la independencia académica de la Universidad.”
La valiente postura y el espíritu combativo, autónomo, libre, del Ingeniero Barros Sierra considero que tiene un origen histórico, pues el Ingeniero fue nieto de Don Justo Sierra, quien fue un decidido promotor para que se fundara la UNAM, además por si fuera poco el “Maestro de América” a pesar de haber pertenecido a la alta elite del Porfiriato, cuando tuvo que declinar lo hizo, lo anterior se confirma con el enorme apoyo que le dio a los jóvenes del “ateneo de la juventud de 1909” los cuales eran sus alumnos y ese hecho le causó fuertes conflictos con el entonces Presidente Porfirio Díaz.
La democracia en México es un tema muy utilizado, pero en la práctica es un tema reciente, para poder ir fortaleciendo nuestra débil democracia es importante conocer sus antecedentes, movimientos y personajes, por lo tanto, el Ingeniero Javier Barros Sierra es uno de esos personajes que con su lucha y esfuerzo nos han heredado lo que hoy tenemos, una Universidad Autónoma, con libertad de Cátedra, libertad de expresión, orgullo de México, por algo apenas en el 2009 fue galardonada con el Premio Príncipe de Asturias de comunicación y humanidades.
El movimiento estudiantil de 1968 es un tema complicado, de tristes recuerdos, pero es parte de nuestro pasado y ese acontecimiento heredo en gran medida la democracia que hoy tenemos, hoy es tiempo de valorar, pero sobre todo de luchar por el México que queremos, nadie puede negar la grandeza de la UNAM y esa grandeza se la debemos a esos hombres que pensaron y actuaron distinto, hombres que estuvieron a la altura de sus tiempos, así pues hagamos nuestro el lema de la UNAM creado por José Vasconcelos. “por mi raza hablará el espíritu”.
Correo electrónico: miguel_naranjo@hotmail.com